Torneos

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Propósitos y valores

El propósito de nuestros torneos es fomentar la interacción de los diferentes miembros de la comunidad educativa mediante la participación en actividades deportivas y recreativas que, en un ámbito diferente pero complementario del académico, permitan el desarrollo de diversas cualidades personales.

Desde 1994 se realiza una actividad ininterrumpida y en constante crecimiento, tanto en cantidad de participantes como en la variedad de propuestas.

Estos torneos son un proceso pedagógico, de carácter formativo, que tiende a sentar las bases que norman la práctica del deporte escolar, entendiendo al deporte como un factor importante en el desarrollo integral del alumno. Mediante este programa se impulsa la difusión y práctica de los fundamentos técnicos acerca de los deportes básicos a través de torneos que lleven un control y seguimiento de los futuros prospectos deportivos.

El deporte contribuye a mejorar la relación, el conocimiento y las expresiones personales. Es un factor de integración social, fuente de disfrute, salud y bienestar. La realización de estos valores permite la participación en la sociedad desde unas pautas distintas de las que a menudo constituyen las actitudes sociales más convencionales.
La preservación de valores hace necesario que el deporte recupere algunos de sus elementos tradicionales y que por tanto, el respeto a las reglas del juego, a los reglamentos, a la lealtad, la ética y el juego limpio sean elementos de vertebración de los participantes en el mismo.

Para fomentar, impulsar y contribuir a la realización de estos fines y valores, el departamento de Educación Física de la escuela realiza anualmente diferentes torneos internos (intertribus con colores) e intercolegiales.

Valores que aprendemos con el deporte

Cooperación: Es trabajar junto con otras personas para lograr un mismo fin. En la vida a veces nos creamos “rivales imaginarios”, gente con la que podríamos cooperar pero contra la que competimos, perjudicándolos a ellos y a nosotros mismos. En el deporte quien no coopera, pierde: ¿es posible imaginar a los jugadores de un mismo equipo de fútbol luchando entre sí por conseguir la pelota?. El deporte nos enseña lo absurdo que es no cooperar.

Comunicación: Es la habilidad de transmitir conocimientos, ideas o emociones a otras personas y de escuchar y comprender las suyas. Es el modo más fácil de que otros comprendan nuestras necesidades. En el deporte es fundamental: de otro modo no seríamos capaces de entender el plan de juego del entrenador o no podríamos comprender las estrategias de nuestros compañeros. En la vida ocurre lo mismo, pero parece que a veces preferimos que nos lean el pensamiento.

Respeto por las reglas: Todos los deportes tienen ciertas reglas que tenemos que respetar para que puedan practicarse. La vida también tiene reglas, como las instrucciones de uso, las normas de seguridad, las normas de tránsito o las leyes. Alguna gente ignora estas normas de convivencia, causando daño a sí misma o a los demás. El deporte nos enseña hasta qué punto el respeto a unas normas previamente pactadas nos beneficia y nos muestra que no es cierto que las reglas nos priven de libertad, sino que nos permiten ser libres respetando la libertad de los demás.

Solución de problemas: Al competir con otros jugadores aprendemos a desarrollar estrategias, que dentro de los límites establecidos por las normas, nos permiten lograr nuestro objetivo. Estas estrategias agudizan nuestro ingenio y pueden ser aplicadas en diferentes situaciones.

Entendimiento: Hay pocos deportistas “cerrados de mente”. Un deportista tiene que estar atento a las situaciones y a las personas que le rodean, y adaptarse a ellas o fracasará en sus objetivos. Por ejemplo, al escalar una montaña es necesario tener un plan inicial, pero si no escuchamos a nuestros compañeros, si no prestamos atención a los cambios del tiempo o si no respetamos nuestros propios límites, podemos ponernos en serio peligro.

Conexión con otros y confianza en los demás: El deporte fortalece nuestras relaciones con otras personas y nos hace estar cerca de ellos de un modo especial. El esfuerzo común, los éxitos, los fracasos y el aprendizaje nos ayudan a comprendernos.

Liderazgo y trabajo en equipo: Un verdadero líder es aquel que escucha a los miembros de su grupo y logra establecer soluciones que beneficien a la mayoría o que al menos no perjudiquen a nadie, como cuando se decide quiénes juegan y quiénes se quedan como suplentes. El deporte nos ayuda a aplicar estas soluciones a otros entornos.

Respeto a los demás y a uno mismo: En el deporte todo rival es importante y cualquier compañero de juego puede ser decisivo para ganar. Gracias al deporte aprendemos a valorar y respetar a los demás por sí mismos y a no menospreciar a quienes juegan con nosotros o contra nosotros. Además aprendemos a reconocer nuestra propia mérito y cómo ganarnos el respeto de los demás.

Valor del esfuerzo y de la disciplina: La tecnología avanza y hay tareas que cada vez requieren que nos esforcemos menos. Esto es positivo, pero no puede llevarnos a pensar a que todo puede conseguirse sin mover un dedo. Quien corre cien metros en unos pocos segundos o quien es capaz de hacer piruetas perfectas en una prueba de gimnasia artística no tiene poderes mágicos sino que se ha esforzado muchísimo. Tener unas buenas condiciones físicas o una habilidad especial no es suficiente para triunfar, como ser inteligente tampoco es suficiente para sacar buenas notas o ser buen científico no es suficiente para ganar un premio Nobel. En el deporte, como en la vida el esfuerzo es fundamental.

Como ganar: Restregarle a los demás su triunfo por la cara es algo que nunca hará un buen deportista. Todo el respeto y la aprobación conseguida por la victoria se perderían ante la falta de respeto por el esfuerzo ajeno

Como perder: A nadie le gusta perder, pero no es motivo para utilizar la violencia o los malos modos. Perder no es una humillación, sino una parte más del juego.

Como enfrentarse a una competición: Una competición deportiva es un proceso que en realidad comienza mucho antes del primer encuentro. Hay que entrenar, cuidar la alimentación, las horas de sueño y prepararse mentalmente para vivir situaciones de mucho desgaste físico y mental. La competición en sí misma puede tener varias rondas, lo que exige planificar los esfuerzos para poder llegar hasta el final.

Juego limpio: ¿Qué sentido tendría un partido en el que se hiciera trampas, se lesionara a los oponentes y los árbitros favorecieran a uno de los competidores? ¿Qué sentido tiene que gane una carrera alguien que se ha dopado? El deporte se basa precisamente en que el ganador supera las reglas, no las vulnera. En el deporte admiramos a aquellos que siempre practican juego limpio y en la vida tiene que ser igual, aunque ciertas circunstancias hacen que a veces se premie a personas que no juegan limpio.

Compartir: Cuando dos personas hacen algún deporte, alguien tiene que compartir sus elementos, o no habría partido; para alquilar una cancha de tenis es preciso que los jugadores se pongan de acuerdo y para practicar la natación en una pileta es preciso compartir el espacio con más personas. En la vida a veces es imposible que todos los recursos estén destinados a nosotros, pero a veces no queremos darnos cuenta. El deporte nos enseña el punto necesario para compartir y que todos podamos participar.

Autoestima y seguridad: Aprender a nadar, mejorar nuestra velocidad corriendo o conseguir dominar una pelota o ser habilidosos para el deporte, nos hacen sentir mejor con nosotros mismos, más seguros y con más confianza para afrontar situaciones nuevas.